SERIE RELATOS DE TABAQUERÍA
Te proponemos aquí todos los trabajos que hemos publicado hasta ahora que forman parte de la serie testimonial escrita por el obrero tabacalero JESÚS SERRANO GONZÁLEZ
Jesús Serrano González nos ha hecho llegar sus memorias sobre la historia e idiosincrasia del sector obrero al que perteneció a lo largo de su vida. Se trata de un grupo de textos que reflejan la tradición oral de los tabaqueros, fuente de los conocimientos, experiencias y anécdotas aquí relatadas. Nuestra contribución ha consistido en seleccionar las partes mejor logradas, integrarlas donde fuera posible y ajustar su presentación formal. El lector podrá acercarse a los valores, la identidad y las luchas de un sector que ha expresado con fuerza la historia de un país.
En esta serie:
El palacio del barrio Cayo Hueso
…En 1924 — comenzó a explicar — los torcedores decidieron comprar, con su propio dinero recaudado, un terreno para construir un edificio que les sirviera como sociedad y como espacio de reunión. A diferencia de otras sociedades basadas en el racismo y la riqueza, a esta podían pertenecer todos los que quisieran.
— ¿No había racismo entre los torcedores? — preguntó el nieto.
— Tú eres blanco y yo negro y nos queremos. Ellos se quieren igual. Los torcedores lo que más admiran es el arte y esmero del oficio. Cuando confeccionan los tabacos no les importa el color de la piel, ni de qué nacionalidad o provincia provienes. Los había cubanos, españoles… Para recaudar el dinero necesario para construir el edificio cada tabaquero donaba veinte, cuarenta, cincuenta centavos, un peso, lo que pudieran. Cuando llegó a recaudarse una gran suma de dinero, un tal José Bravo Suárez, que era el encargado de custodiarlo, huyó con todo para México el muy cabrón… ¿no quieres ir al malecón?
— ¿Y cómo hicieron entonces?…
Los tabaqueros, su idiosincrasia y su historia de luchas
…Los tabaqueros admiraban a sus antecesores, aquellos que trabajaron en Tampa y Cayo Hueso, que habían tenido el privilegio de conocer a José Martí y ver en él a un cubano realmente comprometido con las luchas por la independencia y por toda la justicia. Estos tabaqueros son inolvidables para la historia de Cuba. Muchos de ellos donaron parte de su salario a la revolución y algunos incluso se alistaron como expedicionarios de La Fernandina. Después de que Cuba dejara de ser colonia española, el espíritu de lucha siguió vivo en el sector tabaquero.
Muchos piensan que la ideología que primaba entre ellos en estos primeros años de República era la comunista, pero en realidad había una mayor inclinación hacia el anarco-sindicalismo. Llegaron a dirigir tres grandes huelgas: la de los Aprendices, la de la Moneda y la de No Rebaja.
La Huelga de los Aprendices exigía la incorporación a la industria de jóvenes cubanos sin importar su raza. En esa época los oficios que mejor salario pagaban a sus aprendices — escogedores, fileteadores, rezagadores, anilladoras y dependientes — eran solo para los españoles y familiares o allegados de los dueños, y tenían que ser blancos. Los hombres cubanos solo tenían el derecho a ser torcedores, aunque se podía dar alguna excepción. Esta huelga ocurrió en 1902. Para que terminara tuvieron que intervenir Máximo Gómez y Juan Gualberto Gómez. Se lograron algunos de los objetivos. Los obreros cubanos de raza negra no tuvieron todos los derechos hasta después del triunfo de la Revolución en 1959…
La lectura en la Tabaquería
…El surgimiento de la radio ocasionó acaloradas discusiones en las fábricas. Los más jóvenes querían que pasara a ocupar el lugar de las lecturas, pero estas habían permitido que los tabacaleros fuesen de los obreros más cultos del país, así que este argumento venció en el debate. Nuevas discusiones sobrevinieron cuando se popularizaron las «novelitas de vaqueros», a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta. La idea de incorporar estas obras de poco valor literario a las lecturas provino de los mujalistas, que buscaban rebajar la formación ideológica y cultural de los obreros. El criterio de la mayoría prevaleció, gracias al carácter democrático del Reglamento de Lectura.
Las lecturas reflejaron las inquietudes políticas de los obreros. En la etapa en que fue legalizado el Partido Socialista Popular (PSP), fueron muchas las tabaquerías que, por votación mayoritaria, eligieron el periódico Hoy — órgano oficial del PSP — para sus lecturas mañaneras de la prensa. Esto duró hasta que el Partido volvió a ser proscrito…
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